miércoles, 12 de marzo de 2008

LOS FILMS DE TERROR


¿Alguna vez te has atrevido a ver a solas, en medio de la oscuridad y en plena noche una película de miedo? yo si, yo lo he hecho, mi elegida fue el orfanato de Guillermo del Toro. Necesitaba sentir ese subidón de adrenalina. Se que no es lo mismo verla en una pantalla de diecinueve pulgadas a verla en una gigante... hubiese preferido mil veces haberla visto en el cine pero... ¿Quién aguanta ver una película completa conmigo? hay quien dice que termino paranoica. De todos modos obvio que me lleve mis sustos si no, no tiene gracia, y termine cagándome hasta en el momento en que decidí ver la película. Todo empezó el fin de semana pasado, era el cumpleaños de mi hermana menor y decidió invitar a una amiga a dormir a casa y claro como compartimos habitación sobraba alguien (yo). ¿Cual fue el comentario de mi madre? ''lo mejor es que tu vayas a dormir a casa de tu abuela''. Volví a quedarme perpleja, indirectamente me estaba echando de mi casa, y tan solo porque a una niñata se le ocurrió invitar a otra niñata a pasar una noche en el mundo de yupi. Lo normal hubiese sido declararles la guerra, gritar, quejarme, pero no. Si que me jodio pero no sabéis lo que es aguantar a aquellas dos juntas. El caso es que quería irme, pasar una noche tranquila y tenia el plan perfecto, soledad, oscuridad, noche, película de miedo y libro destrozador de pesadillas. Pero todo se fue a la mierda porque a mis padres, esos ''magníficos seres'' les dio por no dejarme ir, en pocas palabras ''te doy alas pero después te las corto para joderte aun más la nefasta vida que ya llevas''. Al final terminé viendo la película delante del ordenador, por suerte aun tenia mi soledad (o algo parecido que intentaba sobreponerse a los murmullos de dos niñas tontas) y la noche. Después de verla me quedé como una idiota a las puertas del pasillo que daba a mi habitación (en este caso a la de mi hermana también), pues ahí estaba, como una imbécil, deseando que por favor no se me apareciese el niño del saco en la cabeza hasta que comprendí que aquella reacción no iba conmigo ¿A dónde se había ido mi armadura? ¿dónde estaba la frase de ''me resbala todo''?. Prefiero vivir en el mundo de la imaginación pero en casos como estos hay que tener la cabeza fría y los pies en la tierra, y así lo hice... serena y sin miedo a nada me fui a la cama. Aunque me haya cagado puedo decir orgullosamente ''vi el orfanato, a solas, a oscuras y en plena noche'', lo mejor de todo esto es que quiero repetir la experiencia.